domingo, 5 de agosto de 2012

"No tengas miedo de nada, Yo estoy siempre contigo"

  "Bendito quien confía en el Señor y pone en él su   confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el verano no lo secará."
    
Una vez tenía dudas de si lo que me habia sucedido, no hubiese ofendido gravemente a Jesus. Como no lograba darme cuenta de ello, decidí no acercarme a la Santa Comunion antes de confesarme, aunque enseguida hice un acto de contricion, porque tengo la costumbre de que despues de la menor falta, me ejercito en la contricion. En los dias en que no me acercaba a La Santa Comunion no sentía la Presencia de Dios, sufria indeciblemente a causa de esto, pero lo soportaba como el castigo por el pecado. Sin embargo durante la confesion recibí una amonestacion, que podia acercarme a la Santa Comunion, ya que lo que me habia sucedido no era un impedimento para recibir la Santa Comunion. Despues de la confesion recibí la Santa Comunion, y vi a Jesús que me dijo estas palabras: "Has de saber, hija mía que no uniendote a Mí en la Santa Comunion me ha desagradado mas que cometiendo aquella pequeña falta".

Un día vi una pequeña capilla y dentro de ella seis hermanas que estaban recibiendo la Santa Comunion, administrada por nuestro confesor vestido por un sobrepeliz y una estola. En aquella capilla no habia ni adornos ni reclinatorios, despues de la Santa Comunion vi al Señor Jesus como aparece en la imagen. Jesus estaba caminando y yo llamé: Señor como puedes pasar y no decirme nada? Yo no haré nada sin tí, tienes que quedarte conmigo y bendecirme a mí y esta comunidad y a mi patria' Jesus hizo la Señal de la Cruz y dijo. "No tengas miedo de nada. Yo estoy siempre contigo". Diario 612-613

Oracion

Por todo el género humano,
especialmente por los pecadores



Misericordiosísimo Jesús, cuya prerrogativa es tener compasión de nosotros y perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu Piadosísimo Corazón y no permitas que salgamos jamás de él. Te lo pedimos por el amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.

Padre Eterno, vuelve Tu compasiva mirada hacia todo el género humano y en especial hacia los pecadores, todos unidos en el Piadosísimo Corazón de Jesús. Por los méritos de Su Pasión, muéstranos Tu misericordia, para que alabemos la omnipotencia de Tu misericordia, por los siglos de los siglos. Amen.

 

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