lunes, 30 de enero de 2017

Oh Jesus mio, Te ruego quedate conmigo en cada momento..

 Oh Jesus mio Tu ves que Tu Santa Voluntad es todo para mi. Me es indiferente lo que hagas de mi; me ordenas ponerme a la obra, lo hago con tranquilidad, a pesar de saber que no soy idonea para esto; me haces esperar por medio de tus sustitutos, asi pues, espero con paciencia; llenas mi alma de entusiasmo, y no me das la posibilidad de obrar; me atraes detras de Ti a los Cielos, y me dejas en la tierra, infundes en mi alma el anhelo de Ti y Te escondes de mi. Muero por el deseo de unirme contigo por la eternidad, y no permites a la muerte acercarse a mi. Oh voluntad de Dios, Tu eres mi alimento y el deleite de mi alma; cuando me someto a la Santa Voluntad de mi Dios, un abismo de paz inunda mi alma.

Oh Jesus mio, Tu no das la recompensa por el resultado de la Obra, si no por la voluntad sincera y el esfuerzo emprendido; por lo tanto estoy completamente tranquila, aunque todas mis iniciativas y mis esfuerzos quedaran frustrados ni fueran realizados jamas. Si hago todo lo que esta en mi poder, lo demas no es cosa mia y por eso las mas grandes tempestades no perturban la profundidad de mi paz. En mi conciencia reside la Voluntad de Dios. Diario 952, pag 373

Hoy, despues de la Santa Comunion el Señor me dijo, Hija mia, es Mi deleite unirme a ti; me rindes la mayor gloria cuando te sometes a Mi voluntad y con esto atraes sobre ti un mar de bendiciones. No tendria en ti una complacencia particular si no vivieras de Mi voluntad. Oh mi dulce Huesped,  por Ti estoy dispuesta a todos los sacrificios , sin embargo Tu sabes que soy una debilidad misma, pero contigo lo puedo todo. Oh Jesus mio, Te ruego quedate conmigo en cada momento. Diario 954



oremos

“Oh Jesús, tendido sobre la cruz, Te ruego, concédeme la gracia de cumplir fielmente con la santísima voluntad de Tu Padre, en todo, siempre y en cualquier lugar. Y cuando esta voluntad de Dios me parezca pesada y difícil de cumplir, es entonces que Te ruego, Jesús, que de Tus heridas fluyan sobre mí fuerza y fortaleza y que mis labios repitan: Hágase Tu voluntad, Señor.  compasivo Jesús, concédeme la gracia de olvidarme de mi misma para que pueda vivir totalmente por las almas, ayudándote en la obra de salvación, según la santísima voluntad de Tu Padre...” Diario, 1265






“Oh Dios de gran misericordia, bondad infinita, hoy toda la humanidad pide, desde el abismo de su miseria, Tu misericordia, Tu compasión, oh Dios; y llama con la potente voz de la miseria. Dios indulgente, no rechaces la oración de los desterrados de esta tierra. Oh Señor, Bondad inconcebible que conoces perfectamente nuestra miseria y sabes que por nuestras propias fuerzas no podemos ascender hasta Ti, Te imploramos, anticípanos Tu gracia y multiplica incesantemente Tu misericordia en nosotros para que cumplamos fielmente Tu santa voluntad a lo largo de nuestras vidas y a la hora de la muerte. Que la omnipotencia de Tu misericordia nos proteja de las flechas de los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como Tus hijos, esperemos Tu última venida...”
Diario, 1570







Meditemos

“Debemos rezar frecuentemente al Espíritu Santo pidiendo la gracia de la prudencia. La prudencia se compone de: la reflexión, la reflexión razonable y el propósito firme. La decisión final siempre nos pertenece” (Diario, 1106).

Fuentes utilizadas; Diario de Santa Faustina

Misericordia Divina