jueves, 7 de enero de 2010


Meditemos, Hoy junto a Santa Faustina Kowalska
Diario; Pag, 31- del 10 al 15.

Entonces oí esas palabras: Ve inmediatamente a Varsovia, allí encontrarás un convento. Me levanté de la oración, fuí a casa y solucioné las cosas necesarias. Como pude, le confesé a mi hermana lo que había ocurrido en mi alma, le dije que me despidiera de mis padres, y con un solo vestido sin nada más, llegué a Varsovia.
Cuando bajé del tren y ví que cada uno se fué por su camino, me entró miedo:¿Que hacer, adónde dirigirme si no conocía a nadie? Y dije a la Madre de Dios: María dirijeme, guíame. Inmediatamente oí en el alma estas palabras: que saliera de la ciudad a una aldea dónde pasaría una noche tranquila.
Así lo hice y encontré todo tal y como la Madre de Dios me habia dicho.
Al día siguiente, a primera hora regresé a la ciudad y entré a la primera iglesia que encontré y empezé a rezar para que siguiera revelandose en mí la voluntad de Dios. Las Santas Misas seguian una tras otras. Durante una oí estas palabras: Ve a hablar con este sacerdote y dile todo, y él te dirá lo que debes hacer en adelante. Terminada la Santa Misa fuí a la Sacristía y conté todo lo que había ocurrido en mi alma y pedí que me indicara en que convento debía estar. Al principio el sacerdote se sorprendió, pero me recomendó confiar mucho en que Dios lo arreglaría. Entre tanto yo te mandaré-dijo- a casa de una señora piadosa, dónde tendrás alojamiento hasta que entres en un convento. Cuando me presenté en su casa la señora me recibió con gran amabilidad. Empezé a buscar un convento, pero donde llamaba me despedían. El dolor traspasó mi corazón y dije al Señor Jesús: Ayúdame, no me dejes sola.
Por fin llamé a nuestra puerta-Congregacion de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Varsovia, calle Zytnia 3/9, la cual en este lugar define como"nuestra puerta"-
Cuando salió a mi encuentro La Madre Superiora-Micaela Moraczewska, en aquel entonces superiora de la casa de Varsovia-tras una breve conversacion me ordenó ir al dueño de la casa y preguntarle si me recibía. Enseguida comprendí que debía preguntar al Señor Jesús. Muy Feliz fuí a la capilla y pregunté a Jesús Dueño de esta casa, ¿me recibes? Una de las hermanas de esta casa, me ha dicho que Te lo pregunte.
Enseguida oí esta voz: Te Recibo estás en Mi Corazón.

Santa Faustina en su peregrinar hasta llegar a su destino tuvo que pasar por muchas pruebas y tentaciones, ella logró seguir su instinto, su voz interior aquella voz es la del Señor, El se manifiesta en nuestras vidas de maneras misteriosas, solo hay que saber escuchar y obedecer.
Ha veces es dificil, pero no imposible, nuestro instinto está lleno de Dios, es aquel que nos incita a hacer cosas buenas a no quedarse con lo de ahora y poner nuestra fe en el mañana, con esperanza de que nuestros proyectos se realicen con la ayuda de Dios, pedir ayuda es importante cuando no se logra lo deseado. Nuestra Madre siempre estará dispuesta a ayudarnos, a darnos el mejor consejo en cada momento.
Hay que decidir cuando vamos a escuchar, y cuando vamos a decirle Sí a Jesús, y cuando le preguntaremos ¿Me recibes, como hijo, alumno, amigo?

¿Y tendremos la fe suficiente para seber escuchar esas palabras en nuestro corazón?.
Yo quiero escucharte Señor Jesús, Quiero escuchar como Santa Faustina Kowalska esas hermosas palabras ;Te Recibo, Estas en Mi Corazón.

Oremos Rezaremos La Coronilla a La Divina Misericordia Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo
Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir:

"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo,
la Sangre, el Alma y la Divinidad
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
para el perdón de nuestros
pecados y los del mundo entero."

En las cuentas pequeñas del Ave María:

"Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."

Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres veces;

"Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."


"Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."


"Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."

Según el diario de Santa María Faustina Kowalska
"Alienta a las personas a decir la Coronilla que te he dado... Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendaran a los pecadores como su último refugio de salvación. Aun si el pecador mas empedernido hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia."

"Escribe que cuando digan esta Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y el, no como Justo Juez sino como Misericordioso Salvador."

Recuerda rezar primero por tu prójimo, luego por tu próximo, y luego por tí, Las intenciones generales son: por todos los pecadores empedernidos, por la conversión del mundo entero, por la paz en la tierra, y por todos aquellos que lastiman a Tu Sagrado Corazon.

Santa Faustina Ruega por nosotros. Amén.






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