domingo, 10 de enero de 2010

Santa Hostia, Nuestra única esperanza en todos los sufrimientos y contrariedades de la vida.



Santa Faustina nos enseña a recibir la comunión
Cuando mis fuerzas empiecen a disminuir, entoncés la Santa Comunión me sostendrá y fortalecerá. De verdad temo el día en que no reciba la Santa Comunión. Mi alma recibe una fuerza admirable de La Santa Comunión. ¡OH! Hostia viva, Luz de mi alma! Todo es tan grande y bello que contrasta con nuestra debilidad y miseria, pero el amor sabe devorar las mas grandes distancias y desigualdades.
"Hoy mi alma se prepara para La Santa Comunión como para un banquete de bodas en que todos los participantes lucen una belleza inexpresable. Y yo también estoy invitada a este banquete, pero no v eo en mí esta belleza, sino un abismo de miseria. Y aunque no me siento digna de sentarme a la mesa, y a los pies de Jesús mendigaré al menos las migas que caigan debajo de la mesa. Conociendo Tu misericordia me acerco a Tí, Jesús, porque faltará mi miseria antes que se agote la piedad de tu corazón." Diario 1827-

Dios se nos dá, nosotros nos damos. Pero no romanticamente sino aceptando el sacrificio aun de nuestra paulatina destruccion transformada en ofrenda.

"Cuando recibí a Jesús en La Santa Comunión, mi corazón exclamó con toda la fuerza: Jesús transformame en una segunda Hostia. Quiero Ser una Hostia viva para Ti. Tú Eres El Gran Señor omnipotente, Tú puedes hacerme esta gracia. Y El Señor me contestó: "Tú eres una Hostia viva, agradable al Padre Celestial, pero medita ¿Que es una hostia? una ofrenda. ¿Entonces..?
Oh Jesús Mio comprendo el significado de la Hostia, comprendo el significado de la ofrenda. Deseo ser una hostia viva delante de Tu Magestad, es decir, una ofrenda viva que arde para Tú Gloria cada día. Diario 1826-

OH Hostia Viva, confiaré en Tí cuando las dificultades excedan mis fuerzas y cuando mis esfuerzos resulten inútiles.

OH Santa Hostia, confiaré en Tí, cuando las tormentas agiten mi corazón y el espiritu aterrorizado comienza a inclinarse a la desesperación.
“Hoy mientras rezaba el rosario , vi de repente el copón con el Santísimo Sacramento. El copón estaba descubierto y con bastantes Hostias. Desde el copón salió una voz: Estas hostias fueron recibidas por las almas convertidas con tus plegarias y tu sufrimientos”.

Las tres "S" de la Misericordia

El mensaje de la misericordia es que Dios nos ama, nos ama a todos, sin importar la magnitud de nuestros pecados. Dios quiere que reconozcamos que Su misericordia es más grande que nuestros pecados, para que podamos invocarlo a Él con confianza, recibir Su misericordia y dejar que ésta fluya a través de nosotros hacia los demás. Así, todos llegaremos a compartir Su alegría. Es un mensaje que siempre podemos tener presente sencillamente al acordarnos de la letra "S", como el "Señor."

Solicite misericordia

Dios quiere que nos acerquemos a Él orando sin cesar, arrepintiéndonos de nuestros pecados y pidiendo que Él derrame Su misericordia sobre nosotros y el mundo entero.

Sea misericordioso

Dios quiere que recibamos Su misericordia y que la dejemos fluir a través de nosotros hacia los demás. Quiere que demos amor y perdón a otros, como Él nos lo da a nosotros.

Sin cesar confíe completamente en Él

Dios quiere que sepamos que las gracias de Su misericordia dependen de nuestra confianza. Cuanto más confiemos en Jesús, tanto más recibiremos.

Oración para obtener la Divina Misericordia

¡Oh Dios de gran misericordia! bondad infinita, hoy toda la humanidad clama, desde el abismo de su miseria, a Tu misericordia, a Tu compasión, oh Dios; y grita con la potente voz de la miseria. Dios indulgente, no rechaces la oración de los desterrados de esta tierra. Oh Señor, bondad inconcebible que conoces perfectamente nuestra miseria y sabes que por nuestras propias fuerzas no podemos ascender hasta Ti, Te imploramos, anticípanos Tu gracia y multiplica incesantemente Tu misericordia en nosotros para que cumplamos fielmente Tu santa voluntad a lo largo de nuestras vidas y a la hora de la muerte. Que la omnipotencia de Tu misericordia nos proteja de las flechas de los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como Tus hijos, esperemos Tu última venida, ese día que conoces sólo Tú. Y a pesar de toda nuestra miseria, esperamos recibir todo lo que Jesús nos ha prometido, porque Jesús es nuestra esperanza; a través de Su Corazón misericordioso, como a través de una puerta abierta, entramos en el cielo (Diario de Santa Faustina, 1570).

Si desea visitar El Santuario de Masachusets de los Estados Unidos visita este Link

Santuarios de La Divina Misericordia en el mundo


Rezaremos la Coronilla a La Divina Misericordia


Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.

Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir:

"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo,
la Sangre, el Alma y la Divinidad
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
para el perdón de nuestros
pecados y los del mundo entero."

En las cuentas pequeñas del Ave María:

"Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."

Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite
tres veces:

"Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."


Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia."

"Escribe que cuando digan esta Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y el, no como Justo Juez sino como Misericordioso Salvador."

Recuerda pedir por las intenciones generales.






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