"De Mi Corazon brotó una sola oración la de Accion de gracias"
Hoy Hermano/a te invito a meditar junto a Santa Faustina , como venimos haciendo meditando con su Diario, los momentos donde fueron revelados sus primeras manifestaciones, ella nos va enseñando a crecer en la fe, nos llama y sostiene en nuestras dificultades para que seamos pacientes y portadores de Esperanza como lo fué ella de la mano de Maria Nuestra Madre y Nuestro Señor Jesucristo en La Divina Misericordia.
"Por fin llegó, el momento para mí cuando se abrió la puerta del convento. Eso fué el primero de Agosto, al anochecer, en vísperas de la fiesta de La Madre de Dios de Los Ángeles. Me sentía sumamente feliz, me pareció que entré en la vida del Paraíso. De mi corazón brotó una sola oracion, la de acción de gracias."
Sin embargo, tres semanas después vi que aquí había muy poco tiempo para la oración y que muchas otras cosas me empujaban interiormente a entrar en un convento de regla mas estricta. Esta idea se clavó en mi alma, pero no había en ella la voluntad de Dios. No obstante, la idea, es decir la tentación, se hacía cada vez más fuerte hasta que un dia decidí hablar con La Madre Superiora. Antes de acostarme entré a una pequeña capilla y pedí a Jesús la luz en esta cuestión, pero no recibí nada en el alma, sólo me llenó una extraña inquietud que no llegaba a comprender.
A pesar de todo decidí que a la mañana siguiente, después de la Santa Misa, le comunicaría a la Madre Superiora mi decisión.
Volví a la celda, las hermanas estaban ya acostadas y la luz apagada. Llena de angustia y descontento, entré en la celda. No sabia que hacer conmigo. Me tiré al suelo y empezé a rezar con fervor para conocer la Voluntad de Dios. En todas partes había silencio como en El Tabernáculo. Todas las hermanas como mlas Hostias blancas, descansan encerradas en el Caliz de Jesús, y solamente desde mi celda Dios oye el gemido de mi alma. No sabia que después de las nueve, sin autorización no estaba permitido rezar en las celdas. Después de un momento en mi celda se hizo luz, y en la cortina vi el rostro muy dolorido del Señor Jesús. Había llagas abiertas en todo el Rostro y dos grandes lágrimas caían en la sobrecama. Sin saber lo que eso significaba, pregunté a Jesús: Jesús, ¿ quien te ha causado tanto dolor?, y Jesús contestó: Tú Me Vas a Herir dolorosamente si sales de este convento. Te llamé aquí y no a otro lugar y te tengo preparadas muchas gracias. Pedí perdón al Señor Jesús e inmediatamente cambié la decisión que había tomado. -Diario 17 al 19- pag 33-
Reflexionemos
Que pasaria si cada vez que desobedecemos al Señor, cuando no lo dejamos hacer su voluntad El Apareciera para mostrarnos cuanto dolor le causamos?
Santa Faustina vió y sintió su dolor, para trasmitirnos a nosotros sus hermanos este misterio, ella lo comprendió enseguida, pero también pasó por estas pruebas, fué fiel a La Palabra de Nuestro Señor supo correr a su lado a consolarlo cuando nosotros le inflijiamos esos dolores, ella misma comprendió hasta que punto Dios Nos Ama, imitemos a Nuestra Santa y confiemos en la Voluntad de Dios al realizar nuestras tareas diarias.
Pensemos en Jesús y dejemos que El haga la obra en nosotros , Que Así Sea.
Hemos de estar persuadidos de que el buen Jesús vive en nosotros como un íntimo amigo; y sabiendo que nosotros solos no podemos cultivar la vida sobrenatural y caminar siempre adelante en la perfección, El trabaja junto a nosotros como el más potente colaborador, supliendo siempre nuestra impotencia, ayudándonos por medio de la gracia.
Si de veras deseamos combatir nuestras pasiones y vencer las tentaciones, acudamos a El, que nos está esperando para darnos las fuerzas.
El será el que trabajará junto a nosotros hasta terminar la labor de nuestra santificación y El mismo es el que la perfeccionará.
Debemos caminar adelante en el estado que hemos abrazado y orar y pensar con frecuencia en esta verdad: el buen Jesús no se contentó con merecer por nosotros sino que además quiso ser la causa ejemplar y el modelo viviente de nuestra vida sobrenatural; sufrió el cansancio, la sed, el hambre y las fatigas; experimentó la amistad de algunos y la ingratitud de otros, triunfos y persecuciones, es decir, que pasó por las peripecias de todo hombre que tiene relaciones con los amigos y con el público.El por treinta años vivió la vida más oculta, más común, dando el más grande ejemplo de obediencia y sacrificio; trabajaba y oraba a su Eterno Padre, enseñándonos que si queremos, podemos santificarnos en medio de las ocupaciones más comunes.
"El alma que ama a Jesús y que es amiga de El es delicada y procura no herir, evita todo aquello que puede lastimar a su prójimo,tiene mucha pena cuando nota que ha cometido una imprudencia y olvida fácilmente todo aquello que a ella se le hace y si en ello piensa no es más que para presentarlo a Jesús y pedirle ayude a su hermana para que sea lo que El pide de Ella. He aquí, hijas mías, el prodigio que Jesús y el mundo esperan de las Esclavas del Amor Misericordioso. ¡Dadnos santas! Y yo, Jesús mío, os digo: Dadnos amor; dadnos caridad, concedednos amor al prójimo; sólo así amaremos a Jesús, amando a nuestros hermanos, pero quiero amar a todos: a los buenos y a los malos; al pecado no, Jesús mío, pero al pecador sí, para que se convierta y te ame." Madre Esperanza
Santuario de Jesus Misericordioso en Collevalenza Italia
Te ivito a MEDitar parte de su historia por un sacerdote italiano.
Reza La Coronilla.
Estoy contigo, hermano/a.
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