martes, 19 de enero de 2010

"A las tres, ruega por Mi misericordia, en especial para los pecadores y aunque sólo sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión,


En Aquel tiempo le pregunté a Jesús ¿Por quien debo rezar todavía?...

Al dia siguiente fue día de confeción. Conté todo lo que había ocurrido en mi alma, y el confesor me contestó que habia en ello una clara voluntad de Dios que debía quedarme en esta congregación y que ni siquiera podía pensar en otro convento. A partir de aquel momento me siento siempre feliz y contenta. Poco después me enfermé. La querida madre superiora me mandó de vacaciones junto con otras dos hermanas a Skolimow, muy cerquita de Varsovia. En aquel tiempo le pregunté a Jesús: ¿Por quien debo rezar todavía? Me contestó que la noche siguiente me haría saber por quién debía rezar. Ví al ángel de la Guarda que me dijo seguirlo. En un momento me encontré en un lugar nebuloso, lleno de fuego y había allí una multitud de almas sufrientes. Estas almas estaban orando con gran fervor, pero sin eficacia para ellas mismas, sólo nosotros podemos ayudarlas. Las llamas que las quemaban, a mi no me tocaban. Mi angel de la Guarda no me abandonó ni por un solo momento. Pregunté a estas almas ¿Cuál era su mayor tormento? y me contestaron unánimamente que su mayor tormento era la añoranza de Dios. Vi a La Madre de Dios que visitaba a las almas en el Purgatorio. Las almas llaman a Maria "La Estrella del mar". Ella les trae alivio. Deseaba hablar mas con ellas, sin embargo mi Ángel de la Guarda, me hizo seña de salir. Salimos de esa cárcel de sufrimiento. Oí una voz interior que me dijo; Mi Misericordia no lo desea, pero la justicia lo exige. A partir de aquel momento, me uno mas estrechamente a las almas sufrientes. Fin del postulantado Las superioras me mandaron al noviciado a Cracovia. Una alegría inimaginable inundaba mi alma. Cuando llegamos al noviciado, la hermana estaba muriendo. Unos dias despues vino la hermana y me mandó ir a la Madre Maestra y decirle que su confesor, Padre Rospond, celebrara en su intención una Santa misa y tres jaculatorias. Al pricipio consentí, pero al dia siguiente pensé que no iría a la Madre Maestra, porque no entendía bien si había sido un sueño o realidad y no fuí. La noche siguiente se repitió lo mismo, pero mas claramente, no lo dudaba. No obstante a la mañana siguiente desidí no decirlo a la Maestra. Se lo diria solo cuando la viera durante el día. Un momento despues la encontré en el pasillo a aquella hermana fallecida, me reprochaba que no había ido enseguida y mi alma se llenó de gran inquietud. Entonces fuí inmediatamente a hablar con la Madre Maestra y le conté todo lo que había sucedido. La Madre dijo que ella lo arreglaría. Enseguida la paz volvió a mi alma y tres días después aquella hermana vino y me dijo:"Dios se lo pague". Diario- 34, 35-

Debemos rezar siempre pòr las almas sufrientes
La oracion por las Benditas almas del Purgatorio es el más maravilloso acto de amor que un alma puede dar. Orar por ellas es una demostración de fe en el Reino prometido por Jesús, es una prueba de amor por aquellos que más lo necesitan ya que nada pueden hacer por cuenta propia para acortar sus penas, y es un gesto de unión en la Comunión de los santos, de la iglesia peregrina en la tierra, con la iglesia purgante que está camino a la Iglesia Glorificada, la de los santos que estan en el Cielo.
Coronilla: Se reza con las cuentas de un Rosario tradicional.

Introducción: Oh Sangre y Agua, que brotaron del Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, en Ustedes confío. (Se repite tres veces)

Padrenuestro, Avemaría y Credo.

Jaculatoria, se reza antes de iniciar las cuentas pequeñas: Padre Eterno, te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Tu Amadisimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, en unión con las Misas celebradas hoy en todo el mundo, por las Benditas Almas del Purgatorio, y por los pecados y pecadores del mundo entero.

En cada una de las diez cuentas de cada decena se reza: Jesús, María os amo, salvad las almas. Entre las decenas se reza la Jaculatoria.

Al final del Rosario, se reza en las tres últimas cuentas antes de la Cruz: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.Fuente. Reina del Cielo



Meditacion con oracion Oh Jesús, en ti confío! En ti confío mi vida entera, mi corazón, mis temores, mis fragilidades, mis sueños y todos mis sufrimientos, los del cuerpo y los más íntimos de mi corazón.

¡En ti confío, Oh Misericordia Divina! Tú que miras mi debilidad con ojos compasivos; que levantas mi miseria con el poder de tu amor; que das vida a mi esterilidad y que confías en mí a pesar de mí mismo. En ti confío, tú que calmas las tempestades del alma y las grandes tormentas que azotan la barca de nuestras vidas, familias, comunidades y naciones. En ti, Jesús, confío el pasado que de tantas formas nos aplasta; el presente que nos inquieta y el futuro que tantas veces nos angustia.

¡Oh Corazón Misericordioso! En tu llaga bendita nos escondemos, descubriendo allí nuestro refugio y descanso... nuestra paz. En el inmenso océano de tu Corazón, nos sumergimos hoy, nosotros pecadores, esperando con confianza el don más hermoso de tu amor por la humanidad: Tu Misericordia”
Leída públicamente el 7 de julio, 2003 a las 3:00 PM, en el Santuario de la Divina Misericordia, Cracovia, Polonia

ALABANZAS A LA DIVINA MISERICORDIA

El Amor de Dios es la flor; La Misericordia el fruto. Que el alma titubeante lea estas consideraciones sobre la Misericordia Divina y recobre la confianza.

"Oh alma sumergida en las tinieblas, no te desesperes, todavía no todo está perdido, habla con tu Dios que es el Amor y la Misericordia Misma. Alma, escucha la voz de tu padre Misericordioso." (Diario #1486, p. 522)

"Oh, si los pecadores conocieran Mi misericordia no perecería un número tan grande de ellos. Diles a las almas pecadoras que no tengan miedo de acercarse a Mí, habla de Mi gran misericordia." (Diario #1396, p. 496)

Textos tomados del "DIARIO: La Divina Misericordia en mi alma." Editorial de los Padres Marianos, Stockbridge, Massachuesetts, 1996.


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