lunes, 4 de enero de 2010

"A la hora de las tres imploren Mi misericordia, especialmente por los pecadores; y aunque sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión,



El Señor, Herencia y Felicidad de sus amigos; Salmo 16
(Mictán de David, u oracion silenciosa.)


Protéjeme Dios mío, porque me refugio en tí Yo digo al Señor: "Tú eres mi bien, no hay nada superior a tí". Ellos en cambio, dicen a los dioses de la tierra:"Mis principes ustedes son toda mi alegría" Multiplican sus ídolos y corren tras ellos, pero yo no les ofreceré libaciones de sangre, ni mis labios pronunciaran sus nombres. El Señor es la parte de mi hererncia y mi Cáliz, ¡Tú decides mi suerte! Me ha tocado un lugar de delicias, estoy contento con mi herencia. Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡Hasta de noche me instruye mi conciencia! Tengo siempre presente al Señor; Él está a mi lado, nunca vacilaré. Por eso mi corazón se alegra, se regocijan mis entrañas y todo mi ser descansa seguro; Porque no me entregarás a la muerte ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro. Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha.

La confianza y el gozo profundo que brotan de la intimidad con Dios, son los sentimientos predominantes de este salmo.

Diario de Santa Faustina
Oracion
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OH Dios mio Cuando miro hacia el futuro me atemorizo, Pero ¿por que sumergirse en el futuro? Para mi solamente el momento actual es de gran valor, ya que quizás el futuro nunca llegue a mi alma. El tiempo que ha pasado no está en mi poder. Cambiar corregir o agregar, no pudo hacerlo ningún sabio o profeta. Asi que debo confiar a Dios lo que pertenece al pasado. OH momento actual, tu me perteneces por completo, deseo aprovecharte cuanto pueda, y aunque soy debil y pequeña, me concedes la gracia de tu omnipotencia. Por eso confiando en tu Misericordia, camino por la vida como un niño pequeño Y cada dia te ofrezco mi corazón.

Seas adorada, OH Santísima Trinidad, ahora y siempre. Seas alabada en todas tu obras y en todas tus criaturas. Que la grandeza de tu Misericordia, Oh Dios sea admirada y glorificada.
Sor M Faustina del Santisimo Sacramento Vilna 28 VII 1934.

"Me mandas a escribir, Oh Dios, esto me basta.."
Comienzo del relato de vida de Sor Faustina.

Ingreso al convento Desde los siete años sentía la suprema llamada de Dios, la gracia de la vocacion a la vida consagrada. A los siete años por primera vez oí la voz de Dios en mi alma, es decir la invitacion a una vida más perfecta. Sin embargo no siempre obedecí la voz de la Gracia. No encontré a nadie que me aclarara esas cosas. El decimoctavo año de mi vida, insistente pedido a mis padres el permiso para entrar en un convento: Una categórica negativa de los padres. Después de esa negativa me entregué a las vanidades de la vida, sin hacer caso alguno a la voz de la Gracia, aunque mi alma en nada encontraba satisfacción. Las continuas llamadas de la Gracia eran para mi un gran tormento, sin embargo intenté apagarlas con distracciones. Evitaba a Dios dentro de mi y con toda mi alma me inclinaba hacia las criaturas. Pero la Gracia Divina venció en mi alma.
Una vez junto con una de mis hermanas fuimos a un baile. Cuando todos se divertian mucho, mi alma sufria tormentos interiores. En el momento en que empezé a bailar, de repente ví a Jesús junto a mí. A Jesús martirizado, despojado de sus vestiduras, cubierto de heridas, diciendome esas palabras:¿Hasta cuando Me harás sufrir, hasta cuando Me engañarás?. En aquel momento dejaron de sonar los alegres tonos de la música, desapareció de mis ojos la compañia en que me encontraba, nos quedamos Jesús y yo.
Me senté junto a mi querida hermana, disimulando lo que ocurrió en mi alma con un dolor de cabeza. Un momento después abandoné descretamente a la compañía y a mi hermana y fuí a la Catedral de San Estanislao Kostka.
Estaba anocheciendo habia poca gente en la catedral. Sin hacer caso a lo que pasaba alrededor, me postré en cruz delante del Santísimo Sacramento, y pedí al Señor que se dignara hacerme conocer que había de hacer en adelante.
Entonces oí estas palabras: "Ve inmediatamente a Varsovia, allí entrarás en un convento."

Rezamos la coronilla;

Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.
Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir:


"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo,
la Sangre, el Alma y la Divinidad
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
para el perdón de nuestros
pecados y los del mundo entero."


En las cuentas pequeñas del Ave María:

"Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."


Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite

tres veces:

"Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."

"Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."

"Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."

Oracion para las tres de la tarde

Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó inmensamente para las almas, y el océano de Misericordia se abrió por todo el mundo. O fuente de Vida, Oh Misericordia Infinita, abarca el mundo entero y derrámate sobre nosotros."

"Oh Sangre y Agua, que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Vos confío."

Y asi concluimos esta meditacion del dia junto a Santa Faustina Kowalsca el Salmo, y el rezo de la Coronilla, recuerda pedir siempre por los pecadores del mundo entero, los sufrientes y agonizantes, los sacerdotes, y por tus intenciones personales.

Reza, ten Fe, Visita el Sagrario frecuentemente, confiesa tus pecados, Sé bueno.

y repite siempre que puedas "Jesús en Vos Confío".

Paz y Bien.

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