sábado, 2 de enero de 2010

Señor Jesús Hijo de Dios vivo, ten misericordia de mi, que soy un pobre pecador.

¡Oh Dios de gran misericordia!, bondad infinita, desde el abismo de su abatimiento, toda la humanidad implora hoy Tu misericordia, Tu compasión, ¡Oh Dios!; y clama con la potente voz de la desdicha.

¡Dios de Benevolencia, no desoigas la oración de este exilio terrenal! ¡Oh señor!, Bondad que escapa nuestra comprensión, que conoces nuestra miseria a fondo y sabes que con nuestras fuerzas no podemos elevarnos a Ti, Te lo imploramos: Adelante con Tu gracia y continúa aumentando Tu misericordia en nosotros, para que podamos, fielmente, cumplir Tu santa voluntad, a lo largo de nuestra vida y a la hora de la muerte. Que la omnipotencia de tu misericordia nos escude de las flechas que arrojan los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como hijos Tuyos, aguardemos la última venida (día que Tú solo sabes). Y esperamos obtener lo que Jesús nos prometió a pesar de nuestra mezquindad.

Porque Jesús es nuestra esperanza: Através de su Corazón misericordioso, como en el Reino de los Cielos

Mensaje de la Divina Misericordia
Cuánto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a mi misericordia" (II,151).

En la devoción a La Divina Misericordia este mensaje asume un nuevo y poderoso enfoque, ya que nos llama a una comprensión más profunda de que el amor de Dios no tiene límites y que está disponible a todos, especialmente al pecador más grande.
Si se convierte, se confiesa y promete no pecar mas El mensaje es un recordatorio de lo que la Iglesia siempre ha enseñado: "que Dios es misericordioso y que él perdona y que nosotros también debemos ser misericordiosos y perdonar".

Rezar todos los dias la Coronilla;
“Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero;
Por Su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.” (Diario, 476)

En posteriores revelaciones, el Señor hizo claro que la Coronilla no era solo para ella, sino para todo el mundo. El también atribuyó promesas extraordinarias a su recitación.

“Anima a las almas a rezar la Coronilla que te he dado” (Diario, 1541)

“Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte” (Diario, 687)

“Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré ante el Padre y el alma agonizante no como Juez justo sino como el Salvador Misericordioso.” (Diario, 1541)

“Los sacerdotes se la recomendaran a los pecadores como la ultima tabla de salvación. Hasta el pecador mas empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita.” (Diario, 687)








1 comentario:

  1. Yo creo firmemente en la Divina misericordia. y recomiendo su rezo todos los días a las tres de la tarde y si por alguna razón no es posible se rece a cualquier hora. pues Nuestro Señor cumple las promesas a sus devotos, de acuerdo a su voluntad.

    ResponderEliminar