martes, 7 de diciembre de 2010

Por esta inconcebible bondad tuya, te adoro, Creador y Señor, con todo mi corazón y toda mi alma.


Mi Corazon es la morada estable de Jesus
Ademas de Jesus nadie tiene acceso a el. De Jesus tomo fuerzas para luchar contra todas las dificultades y contrariedades. Deseo transformarme en Jesus para poder dedicarme perfectamente a las almas. Sin Jesus no me acercaria a las almas, por que se lo que soy por mi misma. Absorbo a Dios en mi, para entregarlo a laas almas. Deseo cansarme, trabajar, anonadarme por esta obra de salvacion, no importa si estos esfuerzos acortan mi vida, dado que ella ya no me pertenece, porque es la propiedad de la congregacion. Por la fidelidad a la congregacion deseo ser util a toda la Iglesia. Oh Jesus, hoy mi alma esta como ensombresida por el sifrimiento. Ni un solo rayo de luz. La tormenta arrecia y Jesus esta dormido. Oh Mi Maestro no voy a despertarte, no voy a interrumpir Tu dulce sueño. Yo creo que Tu me estas fortificando, sin que yo lo sepa. Hay horas enteras en las cuales te adoro, oh Pan Vivo, entre una gran aridez del alma. Oh Jesus Amor puro, no nesecito consolaciones, me alimento de Tu Voluntad, oh Soberano. Tu Voluntad es el fin de mi existencia. Me parece que el mundo entero está a mi servicio y depende de mi. Tu oh Señor, comprendes mi alma en todas sus aspiraciones. Jesus cuando yo misma no puedo cantarte el himno de Tu Amor, admiro el canto de los serafines, tan amados por Ti. Deseo como hacen ellos , ahogarme en Ti. A tal amor nada puede detenerlo, porque ninguna fuerza tiene poder sobre él. Él se parece a un relámpago qu ilumina la oscuridad pero no se queda en ella. Oh Maestro mio Tu Mismo, modela mi alma segun Tu Voluntad y Tus proyectos eternos. Diario de Santa Faustina 193-195

Con Santa Faustina aprendemos a fortalecer nuestra fe, y encontramos el alivio y la esperanza en la meditacion eucaristica que tanto bien nos hace, recuerda que Jesus te esta esperando en el Santisimo Sacramento. Vé a visitarlo y regalale tu compañia.

Adoración delante del Santísimo

Autora: Santa Faustina Kowalska

Te adoro, Creador y Señor, oculto en el Santísimo Sacramento. Te adoro por todas las obras de tus manos, en las cuales se me revela tanta sabiduría, bondad y misericordia. Oh Señor, has esparcido tanta belleza sobre la tierra y ella me habla de tu belleza, aunque es sólo un pálido reflejo de ti, Belleza incomprensible. Y aunque te has escondido y ocultado, y has ocultado tu belleza, mi ojo iluminado por la fe, llega hasta ti y mi alma reconoce a su Creador, a su bien supremo y mi corazón se sumerge completamente en una plegaria de adoración (1692).

Mi Creador y Señor, tu bondad me animó a conversar contigo. Tu misericordia hace que desaparezca el abismo que separa al Creador de la criatura. Hablar contigo, oh Señor, es el deleite de mi corazón. En ti encuentro todo lo que mi corazón puede desear. Aquí tu luz ilumina mi mente permitiéndole conocerte cada vez más profundamente. Aquí los torrentes de las gracias fluyen sobre mi corazón, aquí mi alma obtiene la vida eterna. Oh mi Creador y Señor, además de ofrecerme estos dones, tú mismo te entregas a mí y te unes íntimamente a tu criatura. Aquí nuestros corazones se entienden sin buscar palabras; aquí nadie es capaz de interrumpir nuestra conversación.

Su tema es nuestro secreto que otras criaturas desconocerán Son los perdones secretos que conocemos sólo Jesús y yo, es el misterio de su misericordia que abraza a cada alma individualmente. Por esta inconcebible bondad tuya, te adoro, Creador y Señor, con todo mi corazón y toda mi alma. Esta adoración mía es muy miserable y pequeña, no obstante estoy serena, porque sé que tú sabes que ella es sincera aunque tan imperfecta (1692).

Obtenido en: Grupo de Difusión de la Divina Misericordia de la Ciudad de Buenos Aires

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