domingo, 14 de febrero de 2010

¡Danos, Señor, el don de caminar sin perder nuestra mirada hacia Tí..!

"¡Señor, que creamos y crezcamos en Tu Amor, que nos abraza y confiemos en El!"

"Gracias, mi Señor, porque te quedaste con nosotros aún cuando no te conocíamos, porque podemos contemplarte en unión mística y confiar en tus promesas, que siempre se cumplen. Así como esperó tu Madre que sepamos esperar; así como confió María, que sepamos confiar."
María esperó desde el viernes al domingo. Sin murmurar. Los Santos esperan en el Señor, los profanos y paganos, murmuran...ellos murmuraban hasta de Tu Padre, murmuraban de Ti. María oraba confiada con rectitud de corazón. Líbranos, Señor, del mal de la murmuración y ayúdanos a confiar en Ti, por nuestro bien y el de nuestros hermanos.

Jesús, Tu dijiste a muchos Santos: "lo que mas hiere mi corazón es la desconfianza, ¿Como pueden decir: tal vez me salve?, acaso desconfian que Yo les daré la gracia necesaria para venir a Mí".
Señor: que no sigamos hiriendo Tu Corazón con nuestra desconfianza y nuestra duda, sino, que como María, confiemos siempre y a cada momento.

Oremos por los devotos de Jesús Misericordiosos para que perseveren en el Señor:
Oh Amor Eterno deseo que te conozcan todas las almas que has creado. Desearía hacerme sacerdote, para hablar incesantemente de Tu Misericordia a las almas pecadoras, hundidas en la desesperación. Desearía ser misionero y llevar la luz de la fe a los países salvajes para darte a conocer a las almas y morir en el martirio, sacrificada por ellas como Tu has muerto por mi y por ellas. Oh Jesús se perfectamente que puedo ser sacerdote, misionero y predicador, puedo morir en el martirio anonadándome totalmente y negándome a mí misma por el amor hacia Ti, Jesús, y hacia las almas inmortales. Un gran amor sabe transformar las cosas pequeñas en cosas grandes y solamente el amor da valor a nuestras acciones; y cuanto mas puro se hace nuestro amor, tanto menos tendrá por destruir en nosotros el fuego del sufrimiento, y el sufrimiento dejará de serlo para nosotros. Se convertirá en un gozo.
Con la gracia de Dios he recibido ahora esta dispocicion del corazón, de que nunca estoy tan feliz como cuando sufro por Jesús, al que amo con cada latido del corazón.
Cuando sufrimos mucho, tenemos una gran oportunidad de demostrarle a Dios que lo amamos, mientras cuando sufrimos poco, tenemos poca posibilidad de demostrar a Dios nuestro amor y cuando no sufrimos nada, entonces nuestro amor no es grande ni puro. Con la gracia de Dios podemos llegar al punto en que el sufrimiento se transformará para nosotros en gozo, puesto que el amor sabe hacer tales cosas en las almas puras- Santa Faustina-
Oracion para rezar antes de cada coronilla
Expiraste, Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida, insondable misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota de sangre.

El Salvador ordenó a Sor María Faustina que escribiera, y la rezara con frecuencia, esta pequeña jaculatoria:

"Oh Sangre y Agua, que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, yo confío en vos".

Te invito a meditar escuchando la letra de esta hermosa cancion, porque si tienes fe lograras todas tus metas, deposita la confianza en el Señor, permite que El derrame en ti su misericordia: y repite con fe, Jesus en Vos confío, Jesús en Vos confío, Jesús en Vos confío. Amén.





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